Páginas

viernes, 13 de mayo de 2016

Cerdanya 3...180 - Marchar sin decir adiós.

Cierra los ojos Juan y recuerda. Has estado más perdido que encontrado estás últimas semanas y has dejado este folio sin tinta durante más tiempo del que hubieras deseado.

Estás trastocado. No te lo esperabas pero algo ha cambiado. Ayer tenias, hoy pensabas que tendrías también. 


Tu trabajo, tu esfuerzo, tu dedicación consiguieron la confianza para imprescindible parecer. Los elogios que resonaban en tus oídos así te lo hacían creer. Los planes firmados de palabra y papel se vuelven a perder.



Inevitables decisiones que cortan cabezas sin quererlo por doquier. La batuta la llevan otros, yo hoy corro sin dirección, sin rumbo, sin poder ver.



Decisiones alocadas y a saber si acertadas hoy me llevan a volver.
  

Hoy, antes de marchar, recorreré tus intensos senderos, tus exigentes pistas y tus divertidas y técnicas trialeras que me hicieron aprender. Hoy me sentaré en tus balcones para disfrutarte otra vez.



No me quedo. Mi cuerpo, mi mente me piden marchar y en ocasiones no entiendo por qué. Luego recuerdo las frías y solitarias noches que me has hecho pasar y el calor humano que no encontré.



No te culpo, ya me contaron como eras y yo aun así decidí venirte a conocer. Me has tratado con cariño si, con distancia también.



Algo me llevo, mucho más bien. Todas y cada una de las historias y aventuras como experiencias que me has incitado a hacer.



Soy otro, o solo diferente tal vez. Un año y medio observando el mundo desde tus cumbres dan mucho vértigo al decidir volver.



Nuevos proyectos rondan en mi cabeza, asumiendo que largo plazo en mi vida hoy por hoy imposible es.
  

Tranquilidad y estabilidad os envidio por no poderos tener. Si no giro, si no me muevo, si no cambio, viviría sin ser.



Cerdanya no puedo evitar mientras marcho mirarte sonriendo con fluidez. No he podido acabar de cerrar el circulo, todo apunta a que nos volveremos a ver.



Dedicado a todos aquellos que posibilitaron vivir esta experiencia. A todos los que propiciaron mi venida y mi ida. A todos los que me despidieron queriendo volverme a ver. Por ellos y por los increíbles parajes de esta comarca sé que de una forma o de otra volveré.