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jueves, 23 de abril de 2015

Transporte no urgente - La Cerdanya-Madrid

El noviembre pasado decidí dejarlo todo en Madrid para buscar otras experiencias que me aportarán algo más. No sabía muy bien que me depararía esta nueva etapa pero lo que si tenía claro es que así como estaba no quería seguir.

Cuando empaquetaba toda mi casa tuve que decidir otra vez que cosas se quedarían en casa de mi madre, residencia que nunca cambia y perfecta para dejar lo importante, las que irían al pueblo, cosas que no utilizo nunca o casi nunca pero tienen un valor sentimental o monetario que te jode tirarlas, y las que se vienen conmigo, mis imprescindibles, con el gran condicionante que solo podía llevar lo que entrara en mi coche.

Había muchas dudas sobre que llevarme, pero una la tenía clarísima aunque supiera que lo que me esperaba era un invierno en pleno Pirineo, y no era otra cosa que mi bici :)

Mi Salsa Fargo con todo lo necesario para el viaje.
Algo más que tenía en la cabeza y que solo comunique a unos pocos familiares y amigos era que en marzo/abril cuando acabara la temporada de nieves volvería a Madrid en bicicleta. A lo cual todos contestaron con cara de… ¿de verdad? Este tío ya está flipando otra vez.

Yo tampoco tenía muy claro que de verdad tuviera la preparación para hacer este viaje, pero también sabía que no sería un viaje con prisas, tendría días de sobra por delante y el privilegio que si me cansaba podría llegar a algún medio de transporte público o directamente llamar a alguien para que me viniera a buscar.

Vistas desde el mirador de La Traba. 
La fecha se acercaba y como “entrenamiento” me propuse ir desde Urtx a Barcelona con la Surly Straggler que me dejaron en Espaibici. Ahora soy capaz de poner entrenamiento pero creerme que en aquel momento para mi iba a ser la ruta más larga que había hecho en bicicleta. Total que como la visita a Barcelona fue genial me dije a mi mismo, ¡a Madrid es posible! , obviando un poco que eran casi cuatro veces los kilómetros a Barcelona en unos cuantos días más.

Llego el día y decidí ser precavido publicando una foto diciendo, nueva aventura Urtx-… Esos puntos suspensivos me podían salvar de la decepción que significaría para mi abandonar.

Todo listo, día despejado, 8:30 horas, buen desayuno en el estómago, vídeo de rigor a mi familia anunciando que me muevo, el fuet y la longaniza en la alforja y… comenzamos a pedalear!!

Siempre que hay sol se pedalea acompañado.
Feliz, es pura ilusión lo que siento cuando comienzo algo, y si me estoy retando a mí mismo esa ilusión es mayor por la incertidumbre de no saber si seré capaz. Pedalada tras pedalada los kilómetros avanzaban, y más cuando de Urtx vas hacia La Seu de Urgell que es bajada.

Hablando de bajadas, mucha gente que me encontré, familiares y amigos me han comentado que esta ruta sería fácil porque es bajada o llana. Deciros sin querer ofenderos que en algún momento de la ruta he maldecido vuestro conocimiento de la geografía de este país, por no deciros otras cosas más “bonitas”, eso si, siempre desde el cariño.

Subida a Txent por la LV-4008
Subida al Coll de Port, esta vez andando y empujando la bicicleta. ¡¡Para cabezón yo!!
Ejemplo de esto último que os contaba, sin querer meter el dedo en el ojo para molestar, es la jodida subida que hay yendo hacía Txent por la LV-4008. Y luego llegado allí hay otra más “bonita” aun hasta el Coll de Port. Para mí esta última subida fué la peor de todo el viaje. No por la dificultad, sino porque llegando a Txent me empezó a molestar la rodilla, hasta el punto que algo allí dentro rozaba con un nervio y veía las estrellas. No pasa nada, en esos momentos es cuando entra en juego la cabezonería y decidí subir andando empujando la bicicleta, consiguiendo así rozar los 100 kilómetros en él día, montando la tienda con los últimos rayos de luz en un lugar un pelín tenebroso al lado de unas casas en ruinas muy cerca de La Coma.

Cada atardecer tenía su encanto, para muestra estás dos imágenes.

Primera noche superada y sin ningún problema, al contrario de los pensamientos de mis familiares y amigos preocupados no apareció en medio de la noche ningún lobo, ni jabalí, ni persona poco cuerda…

Noches tranquilas retirado prudentemente de la civilización.
Los dolores en la rodilla seguían pero tocaba pedalear, había que seguir avanzando aunque fuera lentamente. A cada pedalada la inflamación rozaba el nervio y es en ese momento cuando a plena luz del día eres capaz de ver multitud de estrellas. No había más remedio por mucho que me disgustara la idea, tuve que buscar una farmacia a mi paso por Solsona y comprar unos antiinflamatorios. Si eso no resolvía el problema tendría que abandonar.

Me encantan los Pirineos porque para un madrileño como yo ver tantos caballos pastando por los campos es muy inusual.
Multitud de campos de cultivo con colores intensos en cuanto dejamos atrás las montañas Pirenaicas. En esta ocasión muy cerca de Solsona.
Los dolores pasaron a ser molestias y pude seguir avanzando. Ese día llegue a Castellserà y otra noche tranquila con un atardecer impresionante. En dos días llevaba casi 200 kilometros y estaba impresionado con los cambios de paisajes que estaba viendo.

Si tuviera que elegir una palabra para este vieja sería contrastes.

El  tercer día comenzaba bonito, recorriendo parte del Canal de Urgell y con la idea de llegar a Los Monegros entre ceja y ceja.  Llegar llegué pero el día acabo un poco marrón porque en el momento de ir a inflar un poco la rueda trasera la bomba se rompió. Aun así era un marrón clarito, ya que solo me tuve que desviar 10 kilómetros de la ruta para encontrar una población lo suficientemente grande como para que existiera una tienda de bicicletas.

El Canal de Urgell me sorprendió por su longitud y sus caminos laterales solitarios. Esto último creo que tiene algo que ver la señal de solo personal autorizado...
Estructura metálica que nos devuelve al pasado.
Si alguien necesita espacio para montar algún negocio...todo esto está abandonado.
Desierto de Los Monegros, para mi es espectacular.
Al día siguiente solucioné el problema y pude seguir pedaleando tranquilo. Ya era el cuarto día y pasaba al lado de Zaragoza, realizando una parada para comer en el restaurante El Único, recomendable por su trato familiar, la buena comida casera y sus precios más que asequibles.

Bar El Único, Nacional II, Km 356, Osera de Ebro, recomendable 100%
Los kilómetros pasaban y los días también, sin problemas, sin pinchazos, sin caídas y casi casi sin molestias. Contento, muy contento por ir aproximándome a mi meta marcada.

La recta más larga del camino, muy cerca de Belchite.
Algunas casas daban ciertos ánimos a pedalear más rápido por ser un poco tenebrosas.
Aunque algo me agobiaba en cierta medida. En la ruta planeada transcurrirían ocho días hasta llegar a Madrid, saliendo el lunes eso significaba llegar a destino el siguiente lunes. Eso estaba muy bien, el único pero era que el sábado se celebraba una fiesta sorpresa para el cuarenta cumpleaños de una amiga y yo quería estar allí, por lo que intentaba cada día recortar un poco de la siguiente etapa. Iba bastante bien aunque no recortaba lo suficiente como para poder hacer la ruta en seis días. Para ser exactos el sábado a las 18:30 después de atravesar el Parque Natural del Alto Tajo llegaba a Alcocer, justo a 12 kilómetros de Sacedón y 105 kilómetros de la meta. No pasó nada, ¿que no se llega en bici a tiempo?, pues se desplegó la logística:

- 18:30 Me recogía en Alcocer con su coche mi amigo Dani.
- 19:30 Visité a mi hermana Rosa para dejar bicicleta y todos los trastos, aparte de robarle su coche.
- 20:00 Llegué a casa de mi madre, beso a la madre, ducha, hasta luego madre!
- 21:00 Todos callados en el local esperando a la cumpleañera.
- 21:15 ¡Feliz cumpleaños!
- 23:45 Volvía a casa de mi madre. Hola madre, esto no está ocurriendo, mañana llego a Madrid en bici y te cuento todo mi viaje.
- 07:30 Uff duele, cansancio, quien me mandaría a mí empeñarme en volver al punto de ayer y acabar la ruta.
- 08:30 Recogí a mi hermana Rosa en su casa y cargué la bicicleta y todos los trastos (para que dejar peso si este kitkat en realidad no había ocurrido).
- 09:45 Comencé a pedalear!

Merece la pena el esfuerzo por la sorpresa. Gracias a Dani por recogerme y a mi hermana Rosa por devolverme.
Este último día fue duro empezar a pedalear porque el momento cumpleaños y el dormir en una cama hizo que el cuerpo perdiera el ritmo y se relajara. Aun así tengo que decir que fueron los primeros metros, al momento la ilusión de pensar en acabar esta ruta pedaleando pudo más que el cansancio. Me acercaba, Sacedón, Almoguera, Mondejar, Nuevo Baztán…ya eran pueblos conocidos y eso significaba que la meta estaba cerca.

Carreteras solitarias...
que llevan a hermosos castillos.
Eran las 17:45 y radiante de felicidad estaba entrando a Torrejón de Ardoz, quedaba poco, muy poco y tras 750 kilómetros en 7 días llegaba a la meta. Ya podía quitar los puntos suspensivos y poder escribir Urtx-Torrejón de Ardoz. Aunque en realidad os tengo que confesar que las palabras exactas deben ser Urtx-Mi madre, porque el objetivo de este viaje era en gran medida disfrutar de la distancia que nos separaba de una manera diferente, pero la motivación que daba las fuerzas era sin duda alguna volver a verla.

No podía olvidar una imagen del amanecer, siempre incitando a imaginar que ocurrirá en este nuevo día.
El parque natural del Alto Tajo es uno de los grandes descubrimientos para mi en este viaje. Tan cerquita de Madrid y tan desconocido hasta ahora.
Sin más término diciendo que de esta ruta me quedo  con los contrastes de paisajes, atravesando medía España, impresionado por los cambios de escenario. Que viajar en bici me tiene cautivado y que fui capaz de transportar un fuet y una longaniza sin hincarlas el diente ya que eran un regalo de la cocinera de mi trabajo para mi madre.

¡Próximas aventuras en breve!

4 comentarios:

  1. Para ti a parte de mi cariño, toda mi admiración Juanchi!un besazo

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    1. Muchas gracias Vicky! Comentarios así me animan a seguir por el camino que voy improvisando ;) Muakas!

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  2. No te conozco pero admiro tu coraje y solo siento envidia sana y recuerda Catalunya es preciosa pero Madrid no se queda atrás.
    Solo te deseo salud.

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  3. Muchas gracias Daniel. Madrid y Catalunya me tienen el corazón partido.

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